Como productos perecederos, las frutas y hortalizas necesitan condiciones especiales durante su transporte y logística. Una de las necesidades más importantes para garantizar la calidad de estos productos es mantener una determinada temperatura de manera constante. A esto se le denomina mantener la cadena de frío. Thermolabel FEPEX
Este proyecto, llevado a cabo en colaboración con Thermolabel Technology SL, Medalchemy, Bonnysa Agroalimentaria y la Universidad de Valencia, pretende mejorar la seguridad alimentaria y garantizar envíos con las máximas garantías sanitarias.
La norma CCQI controla la calidad de los productos a través de indicadores y medidas preventivas a lo largo de la cadena de frío de productos perecederos y sensibles a la temperatura. Para la obtención de esta norma, la empresa de transporte juega un papel fundamental mediante su política de calidad. La utilización de vehículos, cisternas, embalajes y otros medios especiales es clave para garantizar la cadena del frío. Sin embargo, disponer de una etiqueta que asegure de manera transversal la no rotura de la cadena del frío era necesario para eliminar reclamaciones injustificadas.
Actualmente, el sector hortofrutícola pierde alrededor de un 5% de las exportaciones anuales a causa de reclamaciones por roturas en la cadena del frío. Una cifra que se traduce en unos 650 millones de euros en 2018. Con la aplicación de la etiqueta Thermolabel se podrá verificar la temperatura a la que han sido sometidas las frutas, hortalizas y otros productos perecederos. En otras palabras, esta etiqueta dotará de un DNI termográfico que garantizaría la calidad y vida útil del producto.
La exportación española de frutas y hortalizas creció en 2018 un 4,4% en volumen y un 0,4% en valor respecto el año anterior, alcanzando los 12.832 millones de euros. Andalucía, la Comunidad Valenciana y Murcia son las principales comunidades autónomas en exportación de frutas y hortalizas.
Fuente: fepex.es