Cuando hablamos de tecnología nos referimos generalmente a las mejoras en conectividad y digitalización, que afectan tanto en la gestión de los almacenes como en las condiciones de reparto y la trazabilidad. Estos avances serán protagonistas en los próximos años. De hecho, la automatización de actividades logísticas es un proceso que ya está en marcha. Se calcula que en 2022, el 40% de los almacenes de todo el mundo contarán con sistemas automatizados de ubicación y picking. Sin embargo, todo esto hace necesario implantar mejores protocolos de seguridad, tanto cibernética como física.
Durante la próxima década, el transporte de mercancías se verá marcado por una nueva revolución tecnológica. La conectividad, las energías limpias y la conducción autónoma se configuran como retos de un futuro no tan lejano. Las empresas apuestan por realizar grandes inversiones en nuevas tecnologías, hasta el punto de convertir la logística en un sector económico intensivo en el uso de las nuevas tecnologías.
Otra de las tendencias en transporte y logística son el uso de sensores para proporcionar mayor información de los camiones en carretera, el uso de robots y drones o el incremento del uso del Big Data.
En definitiva, la automatización y el uso masivo de datos se verán impulsados en los próximos años con el fin de proporcionar una mejor previsión de la demanda, analizar el comportamiento de consumidores e incluso para optimizar la contratación de personal.